Cerca de diez personas se han juntado hoy en el Hospital del Mar para repartir octavillas, unas sobre el Código de Núremberg y otras de advertencia para sanitarios.
Por la mañana, se entró en la cafetería contigua al propio hospital y no se consiguió que los camareros sirvieran lo solicitado (ir con la mascarilla por debajo de la nariz no fue bien visto por ellos), por lo que se pidió la debida hoja de reclamación, la cual ya se encuentra en manos de la asociación Units per la Veritat con el fin de interponer una demanda al establecimiento. Al mismo tiempo, se tuvo una extensa charla con cuatro o cinco vigilantes de seguridad que fueron alertados por los encargados de la cafetería; estos han oído hablar sobre la “plandemia” y alguno de ellos ha aceptado buenamente algunas fuentes de información como Policías por la Libertad.
Antes del cambio de turnos del hospital, fue bordeado el mismo y aproximadamente el 50 % de los sanitarios aceptaron los folletos. También se divisaron unos policías, a los que se les dio información sobre Policías por la Libertad y agradecieron la labor divulgativa y de concienciación del grupo presente.
Tras el parón del mediodía, cuatro personas se dispusieron a realizar una segunda ronda de entrega de información. Se ha hablado con dos sanitarios largamente preguntándoles su opinión sobre cómo ven la situación desde sus puestos de trabajo, acabando con un interesante debate sobre todo con uno de ellos, el cual parece haberse quedado con la mosca detrás de la oreja, puesto que dejaba entrever con sus palabras que iba a emprender su particular búsqueda de información alternativa.
Pocos minutos después, dos personas intentaron entrar en el hospital propiamente dicho, pero los vigilantes de la entrada fueron avisados por una señora que alegaba que estaban repartiendo información, como si de un delito se tratara. Al no conseguir esto, las personas del grupo de acción se acercaron de nuevo a la zona exterior más habitada por sanitarios, donde en ese momento se hallaban alrededor de quince jóvenes sanitarios merendando y descansando; no quisieron saber prácticamente nada, con alguna broma por parte de alguno de ellos respecto a la magnetización de los vacunados, aunque puede que se hayan quedado también algo pensativos sobre las posibilidades de la Solución Mineral Milagrosa o dióxido de cloro.
El punto de encuentro siguiente podría ser el Hospital Can Ruti (Germans Trias i Pujol) de Badalona.
Muchas gracias a las personas que han podido apoyar la acción de hoy.
Os felicito por la labor tan necesaria de informar para que haya por fin un debate sanitario con rigor científico. Si sólo se observa una visión sesgada de la realidad, no hay ciencia.
Gracias, Elektra. Exacto, debería realizarse debate sanitario y esto también fue comentado a algunos sanitarios…
Cuando mencionan «Solución Mineral Milagrosa o dióxido de cloro» se refiere a las pastillas o líquidos para potabilizar el agua de toda la vida, de las que te llevas de excursión al bosque y que, como mucho, te libran de una diarrea o vomitera al beber agua de río o ciénaga. ¿Por qué lo llaman entonces milagroso?
Yo creo que porque para todo el que sigue la versión oficial de la medicina, el dióxido de cloro debe de ser como algo que cura milagrosamente. 😀 Pero quizá habría que preguntarle a quien le puso el nombre.